Medicina basada en la evidencia
El concepto de medicina basada en la evidencia puede definirse como la focalización de la atención en el uso de investigaciones clínicas validadas en la práctica clínica. El término fue acuñado por la Escuela Médica de la Universidad de Mc Master de Canadá en los años 80 (sus orígenes filosóficos se sitúan en París a mediados del siglo XIX) y significó el inicio de una estrategia educativa que aún se encuentra en desarrollo.
La medicina basada en la evidencia ha sido caracterizada como la forma consciente, explícita y juiciosa de utilizar las evidencias actuales para tomar decisiones sobre la atención del paciente. Se la concibe como un proceso de transformación de los problemas clínicos en preguntas y, luego, de sistematización, localización, aprehensión y utilización de las investigaciones actuales como la base de las decisiones clínicas. En síntesis, la medicina basada en la evidencia se sustenta en los siguientes principios relacionados:
- Las decisiones clínicas deben estar basadas en la mejor evidencia clínica existente.
- El problema clínico (más que los hábitos o protocolos) debe determinar el tipo de evidencia a enjuiciar.
- Deben identificarse las mejores evidencias usando métodos de procesamiento epidemiológicos y bioestadísticas.
- Las conclusiones deben derivar de la identificación y aprehensión de la evidencia crítica, que solo será útil si se utiliza en función del manejo del paciente o en la toma de decisiones referidas a la salud. Por lo tanto, la conducta a seguir debe ser constantemente evaluada.
La medicina basada en la evidencia implica, simplemente, aplicar el conocimiento médico para obtener los mejores resultados apoyados en la mejor evidencia clínica. Esto significa que se debe tratar a un paciente con base en los mejores antecedentes científicos obtenidos. Aquí es donde la epidemiología en salud pública hace su aporte al identificar los mejores resultados del tratamiento médico y ponerlos a disposición de la población.
Estrategias y políticas gerenciales
Varios estudios demuestran que resulta imposible para los médicos implementar por sí mismos una práctica de medicina basada en la evidencia. Esta dificultad se debe a que el desarrollo de tal práctica requiere diversas habilidades necesarias para realizar las siguientes tareas:
- Definir el problema;
- construir y conducir una búsqueda eficiente para localizar la mejor evidencia;
- considerar la evidencia y sus implicaciones en el contexto de las circunstancias y valores del paciente.
La adquisición de los conocimientos y habilidades necesarios para realizar estas acciones, entre otros requisitos involucrados en la práctica exitosa de la medicina basada en la evidencia, lleva mucho tiempo. Por este motivo, tal práctica en ocasiones puede convertirse en una práctica inalcanzable para muchos profesionales de la salud. Con el fin superar estos inconvenientes, se han propuesto una serie de medidas. Entre estas, podemos encontrar:
- Promover la participación de los médicos generales en investigaciones.
- Respetar la confidencialidad entre médico-paciente, así como la autonomía del médico en los estudios que se efectúan.
- Establecer una retroalimentación con los médicos que se involucran en investigaciones, de modo que sientan la importancia de su participación en ellas.
- Realizar talleres de superación profesional para introducir las técnicas necesarias, la adquisición de revisiones sistemáticas o actualizaciones y las guías de procedimientos. En cuanto a estos últimos, se ha apuntado como crítica que, en su mayoría, no detallan los fenómenos que sustentan las recomendaciones efectuadas en el marco de los talleres.
Además de las anteriormente descriptas, se señalan algunas más, como implementar un programa de control de calidad continua en la atención primaria, crear grupos de discusión, mesas redondas u otro tipo de reuniones en las cuales los miembros del equipo en cuestión exploren las vías para incorporar la evidencia en el manejo clínico de sus pacientes, y concebir programas de pregrado, posgrado y educación médica continuada adaptados a las necesidades de los usuarios.
Por otra parte, algunas investigaciones han apuntado que la educación continuada tiene pocos efectos en el combate contra los hábitos y/o conductas profesionales incorporadas por los médicos en su desempeño profesional.
Alto en el camino. Sexta parada
Para analizar la evidencia
Luego de haberse acercado a las finalidades y características de la medicina basada en evidencia, le proponemos detenerse a analizar si la evidencia existente en salud debe ser utilizada para mejorar la calidad de los servicios de salud. Para ello, lo invitamos a compartir su opinión a partir de los siguientes interrogantes:
1) Desde las acciones de control de las instituciones sanitarias ¿sería necesario buscar evidencia sobre esa acción para poder comparar y llegar a conclusiones?
2) En relación a lo leído en la unidad anterior, ¿cree que sería útil generar sistemas de capacitación continuas para que todos entiendan lo importante de estar actualizados?
3) ¿Sería viable en su espacio de trabajo generar procesos de control donde se incluyan todas las funciones de un hospital?
Comparta sus conclusiones, de no más de un párrafo de extensión, en la sección "Debates" del "Espacio de trabajo" del aula virtual.
En la Unidad Nº 3, Epidemiología, hemos realizado algunas aproximaciones al concepto y modo de funcionamiento de la vigilancia epidemiológica.
Ahora, lo invitamos a recuperar ese tema para pensar de qué forma la epidemiología en general y la vigilancia epidemiológica en particular pueden contribuir a mejorar la práctica médica cotidiana.
Si Io desea, puede realizar el "Alto en el camino. Sexta parada" en la sección "Espacio de trabajo" de esta unidad.